Hemos comenzado este curso relacionándonos con el instituto Santa Mª del Mar, nosotros hemos mandado varias crónicas y hemos recibido esta en respuesta.
(La pongo directamente, según ellos la han escrito)
Hola a tod@s. Me llamo Luisa Iglesias y esta semana seré la autora de la crónica que deseamos enviaros desde el Santa Mª del Mar. Aunque no curso la asignatura de música este año, fue una de mis favoritas en años anteriores y lo cierto es que gracias a ello me he convertido en una clara seguidora de vuestro blog. Soy, además, una verdadera fanática de la historia, el arte (especialmente cine, fotografía, pintura y literatura), el pensamiento filosófico, los idiomas y la cultura clásica. De hecho, tengo algún que otro proyecto al respecto en Internet, que, con su filosofía de entregar aquello que se sabe y conocer lo que saben otros, me parece un medio perfecto para aprender enseñando y enseñar aprendiendo.
Me gustaría hablaros -escribiros, quizá- acerca de una pequeña excursión a Lugo que mis compañeros de las asignaturas de cultura clásica y latín de tercero y cuarto de eso realizamos hace aproximadamente un mes. Lugo es una ciudad situada a más de 100 kilómetros de A Coruña; tiene el honor de ser una de las zonas de Galicia con mayores evidencias arqueológicas e históricas de un pasado romano. Y, para qué negarlo, es un lugar realmente precioso, que jamás me cansaré de recomendar por lo moderno, antiguo y eterno de sus calles.
El objetivo del brevísimo viaje era asistir a la representación de una comedia romana pero, antes de esto, tuvimos la maravillosa oportunidad de visitar un castro próximo a Lugo. Tras un trayecto en autobús que se nos hizo corto, disfrutamos de un recorrido por el museo anexo y, con posterioridad, por el propio yacimiento arqueológico. Vestigios de la cultura de los pueblos prerromanos, todo tipo de objetos de la vida cotidiana de hace dos mil años… ¡incluso pequeñas maquetas y recreaciones digitales de la antigüedad! Fue una verdadera suerte que hiciese un soleado día, ya que gracias a esto la visita a los restos de este asentamiento resultó muy grata.
Tras la comida en las proximidades del Miño, el río más importante de Galicia, nos dirigimos a la propia ciudad de Lugo. Si hay algo que suele impresionar a los visitantes, son las murallas de la época romana (con posteriores reformas) que rodean el núcleo de dicha ciudad. Las recorrimos dando un tranquilo paseo, lo que nos dio ocasión de contemplar desde una perspectiva diferente la ciudad de Lugo que nos dejó con ganas de otro pequeño viaje. Quizá una visita a la preciosa catedral que descollaba entre algunas de las viviendas modernas…
Finalmente, acudimos al auditorio y asistimos a una de esas representaciones escénicas que dejan bien claro que Plauto es tan actual como cualquier otro. Adaptado, reinterpretado y ligeramente actualizado, pero el tema y la esencia, inclusive la forma de humor, permanecían prácticamente intactas. Era la primera vez que asistía a un festival de teatro clásico escolar y, a mi parecer, no pocos compañeros comparten mi opinión: Queremos repetir.
¡Un saludo desde A Coruña!
